India
Mumbai-Goa-Hampi
La vuelta a la realidad fue un poco chocante, poder hablar, tocar, leer, etc,... no es nada comparado con poder ver la India profunda del pueblo de Igatpuri, donde todo parece haberse quedado atrás en el tiempo haciéndolo un lugar cuando menos pintoresco... Un afeitado en el barbero por apenas 25 cts., mis mejores (quiero decir mis menos sucias...) ropas y camino a Mumbai, la gran metrópolis India. Aquí, a pesar de no ser la capital, viven alrededor de 15 millones de habitantes, los cuales se dispersan de distinta manera a lo largo de la bahía los más afortunados, en sucios y pobres barrios de chabolas los marginales... Todavía están por debajo los "parias" que ni siquiera tienen chabola... ésta es la clase mas baja de las castas en India, castas que aunque no se reconozcan, ni sean tan nítidas las diferencias como antes, existen. También hay por toda la nación cantidad de gente con deformaciones físicas... muchos nacidos así, pero la gran mayoría sufrieron graves e intencionadas lesiones después de nacer, para poder ponerlos a pedir en las calles... Es increible cómo un pueblo con tanta devoción religiosa tenga tan poca consideración con los desfavorecidos... Para que hablar de la situación de la mujer, francamente y después de haber visto cómo la mujer es el pilar central donde se apoyan todas las sociedades del mundo sin nunca ser reconocido su enorme esfuerzo, aquí en India es incluso peor, ya que están muy lejos de alcanzar un poquito de fuerza, de presencia o incluso de opinión… Son obligadas a casarse, después de pagar dotes de incontable valor, con personas que desconocen y desde ese mismo instante pierden cualquier tipo de vínculo con su familia, su única obligación es para con el marido quien rara vez manifiesta un poquito de cariño; Antiguamente en India si una mujer se quedaba viuda era incinerada junto con el marido, actualmente se queda en la calle sin recursos, no pudiendo quedarse en su casa ni regresar a la de su familia original... Pero bueno, básicamente la mejor manera de entenderlo es pensar al reves, comprendiendo sus grandes contrastes... Aquí la gente, en su mayoría de creencia Hindú, pone una velita a Shiva, se santigua un par de veces por la mañana y ya ha cumplido con sus obligaciones morales del día... en el país donde las vacas son animales sagrados las tienen explotadas, en muchos casos atadas, tienen dueño y comen cajas de carton mientras respiran el polvo y el CO2 urbano; El sagrado Ganges pasa por la Sagrada Benares (Varanasi) arrastrando sagradas toneladas de mierda (generalmente plástico a pesar de haber sido prohibido!) recogidas desde su nacimiento en las faldas de los Himalayas hasta su desembocadura en el Mar de Bengala... En el País donde nació y predicó el Buddha, apenas el 0'5% son budistas; En el País de Mahatma Ghandi, quien luchó por la igualdad y los derechos humanos, contra la explotación británica y más tarde por la independencia, es hoy apenas un personaje que forma parte del pasado... Y es que el contraste es el adjetivo más acertado para definir este país multicolor, unión de diferentes paises en la época colonial, fusión de enormes regalos de la naturaleza con pretenciosas inversiones nucleares... todos estos estados de los que se compone están unidos por una magnífica red ferroviaria que te permite recorrer de lado a lado el país de una manera rápida y cómoda... y es que algo de bueno dejaron los británicos (creo que lo único...), de los que India logró su independencia en el año 1947. Bien, pues tras juntarme con Sonia, con quien compartiré las próximas aventuras, planeamos la ruta a seguir, y lo empezamos de la mejor manera posible... rozando la fama glamourosa del cine Indio: Bollywood. Una divertida experiencia lo de actuar de extra para la mayor (que no la mejor!) produtora de cine del mundo... Tras esta simpática jornada nos dirigimos a Goa donde pasaríamos unos días de relajo en la playita; Goa es el estado más pequeño de India, la mayoría de la población es Católica ya que fue colonia portuguesa hasta el año 1961, por lo que tampoco es dificil poderte comunicar en portugués, especialmente con las personas mayores... Goa también es conocido por sus fiestas "rave" de fin de año, cuando miles de turistas de todo el mundo vienen hasta aquí buscando su personal paraiso entre playas, sol, sexo, drogas y música dance... Dejando atrás el romper de las olas del Océano Indico nos dirigimos a Vijayanagar, ahora más conocido por Hampi, en el estado de Karnataka; El imperio Vijayanagar fue uno de los más poderosos del sur de Asia durante los siglos XIV y XV, actualmente poco se aprecia de ese glorioso imperio en sus gentes, que inocentes intentan sobrevivir con escasos recursos y el último pequeño empujón turístico, pero sí en sus templos, que, rodeados de unas enormes rocas que parecen pelearse por surgir de entre el verde pasto y la árida arena, se erigen firmes y sin haber perdido un ápice de su majestuosidad... Alrededor de 25 km cuadrados de enormes construcciones completan este hermoso y cada vez más visitado paraje Indio, nosotros alquilamos una moto con la que recorrimos casi todos estos templos dedicados en su mayoría a Gannesha, Shiva, Vishnu, etc,... Pudimos asistir asustados a una especie de ritual bastante escandaloso en la que el monje que lo dirigía daba ofrendas a los Dioses y la congregación contestaba con unos terribles gritos al unísono... Más tarde fuimos bendecidos por un "Gurú", quien tras (obviamente) pedir dinero por sus servicios, nos ofreció agua y arroz inflado... glubs! El pequeño poblado de Hampi es muy agradable de visitar, como os decía antes nada tiene que ver con un enorme imperio, más bien es una aldea con gente dedicada ahora en exclusiva al turismo, por lo que hay varias tiendas, hostales y restaurantes, generalmente terrazas en lo alto de las casas en las que puedes disfrutar y descansar del paseo comiendo deliciosos platos típicos y escuchando música tranquila tumbado entre cojines... mmmmhh! Desde Hampi iniciaríamos una de nuestros maratonianos desplazamientos, 10 horas de tren hasta Goa, dormir una noche y 53 horas de tren (con una parada de 4 horas en Mumbai) hasta Varanasi, ciudad Santa de la que os hablaré en el próximo capítulo...
Mumbai-Goa-Hampi
La vuelta a la realidad fue un poco chocante, poder hablar, tocar, leer, etc,... no es nada comparado con poder ver la India profunda del pueblo de Igatpuri, donde todo parece haberse quedado atrás en el tiempo haciéndolo un lugar cuando menos pintoresco... Un afeitado en el barbero por apenas 25 cts., mis mejores (quiero decir mis menos sucias...) ropas y camino a Mumbai, la gran metrópolis India. Aquí, a pesar de no ser la capital, viven alrededor de 15 millones de habitantes, los cuales se dispersan de distinta manera a lo largo de la bahía los más afortunados, en sucios y pobres barrios de chabolas los marginales... Todavía están por debajo los "parias" que ni siquiera tienen chabola... ésta es la clase mas baja de las castas en India, castas que aunque no se reconozcan, ni sean tan nítidas las diferencias como antes, existen. También hay por toda la nación cantidad de gente con deformaciones físicas... muchos nacidos así, pero la gran mayoría sufrieron graves e intencionadas lesiones después de nacer, para poder ponerlos a pedir en las calles... Es increible cómo un pueblo con tanta devoción religiosa tenga tan poca consideración con los desfavorecidos... Para que hablar de la situación de la mujer, francamente y después de haber visto cómo la mujer es el pilar central donde se apoyan todas las sociedades del mundo sin nunca ser reconocido su enorme esfuerzo, aquí en India es incluso peor, ya que están muy lejos de alcanzar un poquito de fuerza, de presencia o incluso de opinión… Son obligadas a casarse, después de pagar dotes de incontable valor, con personas que desconocen y desde ese mismo instante pierden cualquier tipo de vínculo con su familia, su única obligación es para con el marido quien rara vez manifiesta un poquito de cariño; Antiguamente en India si una mujer se quedaba viuda era incinerada junto con el marido, actualmente se queda en la calle sin recursos, no pudiendo quedarse en su casa ni regresar a la de su familia original... Pero bueno, básicamente la mejor manera de entenderlo es pensar al reves, comprendiendo sus grandes contrastes... Aquí la gente, en su mayoría de creencia Hindú, pone una velita a Shiva, se santigua un par de veces por la mañana y ya ha cumplido con sus obligaciones morales del día... en el país donde las vacas son animales sagrados las tienen explotadas, en muchos casos atadas, tienen dueño y comen cajas de carton mientras respiran el polvo y el CO2 urbano; El sagrado Ganges pasa por la Sagrada Benares (Varanasi) arrastrando sagradas toneladas de mierda (generalmente plástico a pesar de haber sido prohibido!) recogidas desde su nacimiento en las faldas de los Himalayas hasta su desembocadura en el Mar de Bengala... En el País donde nació y predicó el Buddha, apenas el 0'5% son budistas; En el País de Mahatma Ghandi, quien luchó por la igualdad y los derechos humanos, contra la explotación británica y más tarde por la independencia, es hoy apenas un personaje que forma parte del pasado... Y es que el contraste es el adjetivo más acertado para definir este país multicolor, unión de diferentes paises en la época colonial, fusión de enormes regalos de la naturaleza con pretenciosas inversiones nucleares... todos estos estados de los que se compone están unidos por una magnífica red ferroviaria que te permite recorrer de lado a lado el país de una manera rápida y cómoda... y es que algo de bueno dejaron los británicos (creo que lo único...), de los que India logró su independencia en el año 1947. Bien, pues tras juntarme con Sonia, con quien compartiré las próximas aventuras, planeamos la ruta a seguir, y lo empezamos de la mejor manera posible... rozando la fama glamourosa del cine Indio: Bollywood. Una divertida experiencia lo de actuar de extra para la mayor (que no la mejor!) produtora de cine del mundo... Tras esta simpática jornada nos dirigimos a Goa donde pasaríamos unos días de relajo en la playita; Goa es el estado más pequeño de India, la mayoría de la población es Católica ya que fue colonia portuguesa hasta el año 1961, por lo que tampoco es dificil poderte comunicar en portugués, especialmente con las personas mayores... Goa también es conocido por sus fiestas "rave" de fin de año, cuando miles de turistas de todo el mundo vienen hasta aquí buscando su personal paraiso entre playas, sol, sexo, drogas y música dance... Dejando atrás el romper de las olas del Océano Indico nos dirigimos a Vijayanagar, ahora más conocido por Hampi, en el estado de Karnataka; El imperio Vijayanagar fue uno de los más poderosos del sur de Asia durante los siglos XIV y XV, actualmente poco se aprecia de ese glorioso imperio en sus gentes, que inocentes intentan sobrevivir con escasos recursos y el último pequeño empujón turístico, pero sí en sus templos, que, rodeados de unas enormes rocas que parecen pelearse por surgir de entre el verde pasto y la árida arena, se erigen firmes y sin haber perdido un ápice de su majestuosidad... Alrededor de 25 km cuadrados de enormes construcciones completan este hermoso y cada vez más visitado paraje Indio, nosotros alquilamos una moto con la que recorrimos casi todos estos templos dedicados en su mayoría a Gannesha, Shiva, Vishnu, etc,... Pudimos asistir asustados a una especie de ritual bastante escandaloso en la que el monje que lo dirigía daba ofrendas a los Dioses y la congregación contestaba con unos terribles gritos al unísono... Más tarde fuimos bendecidos por un "Gurú", quien tras (obviamente) pedir dinero por sus servicios, nos ofreció agua y arroz inflado... glubs! El pequeño poblado de Hampi es muy agradable de visitar, como os decía antes nada tiene que ver con un enorme imperio, más bien es una aldea con gente dedicada ahora en exclusiva al turismo, por lo que hay varias tiendas, hostales y restaurantes, generalmente terrazas en lo alto de las casas en las que puedes disfrutar y descansar del paseo comiendo deliciosos platos típicos y escuchando música tranquila tumbado entre cojines... mmmmhh! Desde Hampi iniciaríamos una de nuestros maratonianos desplazamientos, 10 horas de tren hasta Goa, dormir una noche y 53 horas de tren (con una parada de 4 horas en Mumbai) hasta Varanasi, ciudad Santa de la que os hablaré en el próximo capítulo...