28 de julio de 2009

Reflections


A la vista está que finalmente no me lancé a hacer públicas mis reflexiones finales sobre aquel, ya lejano, viaje alrededor del planeta tierra del que nació este espacio virtual. Me temo que tampoco lo voy a hacer ahora. La verdad es que podría dar mil excusas pero creo que la mejor es afirmar que el viaje todavía no ha terminado. Pienso que la vida en sí misma es un viaje, un regalo que se nos ofrece, y allá cada uno con lo que hace, quiere hacer o puede hacer con ella. No sé quién me dijo una vez: “vivir en este mundo es duro y caro, pero incluye gratis una vuelta alrededor del sol todos los años”. Personalmente no veo desacertado el ir aumentando mi visión holística sobre la vida, bien desde un punto de vista espacial: la vía láctea no es sino una pequeña partícula que gira y gira dentro de un superuniverso con sentido; bien desde un punto de vista temporal: la vida no es sino un pequeño fragmento, un capítulo, de varias vidas, en diferentes seres, a lo largo de millones de años... mecachis! al final he acabado desvariando...


Como he dicho antes, mi viaje no acabó entonces, todo lo contrario, el haber conocido tantos lugares, tantas personas, despertó en mí unas ansias por conocer más y más. Pero no puedo seguir escribiendo este artículo sin antes agradecer, de todo corazón, precisamente a todas esas personas que siempre han estado ahí, en mi casa: mi familia y amigos; así como a todos los amigos que encontré por el camino, haciéndome sentir al instante uno más de su familia y ofreciéndome su hospitalidad y su amistad desinteresadamente, a todos ellos GRACIAS.


Decía que mi viaje no terminó al volver a casa, ya que en estos últimos años he podido seguir viajando, aunque a diferentes niveles. Uno de los mayores viajes que he realizado a mi regreso ha sido a través del conocimiento. No sin pasar mucho vértigo por emprender un plan a tan largo plazo, decidí formarme como profesor de inglés en educación primaria. La verdad es que nunca me hubiera esperado unos resultados tan buenos, y lo que es mejor el descubrimiento de mi vocación como educador. Tal vez estos comentarios se vean de alguna manera influenciados, o reafirmados, tras haber realizado recientemente las prácticas de fin de carrera en un colegio de Liverpool hasta casi entrado el verano. Tres años y medio de sacrificio y trabajo duro tienen hoy su recompensa, ya que en breve ejerceré de maestro dejando atrás el fatigoso mundo de la hostelería.


Con respecto a los otros viajes que comentaba antes, os adelanto que unos son relacionados con la Cooperación, otro de pura vida por Cuba y otros de tipo más espiritual, pero casi prefiero dedicarles un artículo a cada uno. Hasta entonces sólo puedo pediros paciencia y buen humor.